miércoles, 24 de marzo de 2010

Calles


Sigo sin comprender como hace este frío en esta época del año, normalmente estaríamos en camiseta, sólo se me ocurre a mí salir a pasear con este tiempo, pero bueno, aceleraré y llegaré rápido a casa, también es cierto que necesitaba huir de la cama, tengo una buena excusa, este viento es lo de menos, pero, joder, estoy congelado.

Me tomó las cosas demasiado en serio, sí, definitivamente este es mi problema, tampoco es para tanto, tú y yo, sólo te olvidaste el pintalabios, bueno, en una boca que no era la mía, bien pensado se veía venir, pero Dios, no entiendo por qué me pongo así, siempre terminó creándome ilusiones de la mas minúscula cosa, el problema soy yo, no cómo me tomó las cosas, ahora era....a la izquierda, o recto..., total tampoco tienen mucha pérdida estas calles, es lo bueno de los pueblos, pero joder serás... tú si que no tienes nada bueno.

Es un tanto siniestra esta calle, aquí vivía...no,no,no era en la paralela, las cinco, debería llevar dormido horas, mañana va a ser un desastre, desastre, joder otra vez tú, pero si apenas nos conocíamos, no sé pero, igual no se veía venir y estábamos bien, pero ¿estábamos?, no no estábamos, entonces no has hecho nada reprochable, quizá no sea lo que tú haces sino mi orgullo lo que me duele, o ambas, pero no es nada reprochable, aunque ya te vale, esas cosas se cuentan, hubiera sido bastante más fácil hablarlo y no veros, sinvergüenza me miraste y te reíste, si, te separaste de él rápido, debo entender que te arrepentiste o ¿sólo fue un atisbo de humanidad?, nada, sea lo que sea en cuanto salí ya me contaron que volviste a hacerlo, deberías al menos haberte escondido, yo antes, lo hacía así, para una vez que intento comportarme bien, me pasa por imbécil, uh, cuantas estrellas, ¿y la luna? ah, detrás mía, y mañana ¿qué?, menuda historia, tendré que hacer como me da igual, que remedio, tú pasas de mí, el gilipollas soy yo, que me creó todo lo que me dicen y encima tú lo decías mejor que cualquier otra, que cabrona, cómo me la has liado, encima era un puto enano... ¿ahora?... por aquí, que llegó antes.

Pues nada, que sea lo que tenga que ser, yo no te diré ninguna cosa, tantas horas para no decidir nada, no me apetece pasar un mal rato, tengo que intentar no verla, por lo menos un tiempo, no puedo tocar fondo por una cualquiera, pero, ¡qué cualquiera!, ¡qué ojos más verdes!, a ver las llaves, ¡anda!, mi coche a oscuras parece más bonito, aquí, luz del móvil para la cerradura, que no veo nada, y venga a pensar a la cama, que se está más calentito.

martes, 23 de marzo de 2010

Remanecer

Tan súbita e inesperadamente como la extraña claridad del sol en un invernal amanecer. De este modo reaparecen nuevas formas en mí, irreconocibles, ocultas tras un muro de monotonía permanecieron años, los evocó de forma vaga en mi cada vez más mermada memoria, pero aun distorsionadas no cabe duda de que son ellas y de que regresaron para quedarse. Y sí, de forma súbita e inesperada, sólo me queda disfrutar de lo que encontré al girar aquella esquina, en una a priori desapacible tarde de invierno, este sol cegador que hoy me alumbra, me guía y me devuelve la razón y por ende; la vida, ¡Sólo decidí doblar la calle!, ¿Qué me esperará al final esta zigzagueante avenida?.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Sentido

-Es una mierda -Dijo Ambrós echando el humo del cigarro con gusto, como si se deslizara ese airón cancerígeno como agua que refrescara su garganta. Paradójico porque era pura mierda. Siempre le había parecido de gilipoyas fumar, pero le encantaba.

-¿A qué te refieres? -preguntó ese compañero con un nombre poro importante.
Ambrós le miró pensando que era estúpido, le habría escupido sino fuera porque le tocaba pagar a él las bebidas.

-Joder de lo que estábamos hablando, la vida.

-Hablamos de mi mujer...

-Me importa un carajo -Le cortó- Ahora hablamos de la vida ¿Ves? Eres como todos, como todos. -Hizo una pausa destrozando la colilla con la punta de su zapato, la retorció en el suelo y disfrutó de tal que no habría sido mejor si tuviera vida. - Eres un puto ambicioso, igual que todos, joder. No es culpa tuya, no me mires así. Todos tenemos ambiciones, altas o bajas... distintas es la palabra. Algunos tenéis ambiciones sencillas, típicas y comunes: felicidad, una familia, un hogar, dinero, estabilidad. Parece que esa es la meta a ganar, la estabilidad. El guión vital es tan lineal que podría hacerme vomitar. Mamá te parió y al poco te expulsa al mundo, te meten en una guardería, luego en un colegio, pasas al instituto y más tarde a la universidad, haces un master porque es lo que hay que hacer, buscas un trabajo y luego viene el coche, te buscas una mujer que te aguante engordar y olvidarte de su cumpleaños, le regalas una hipoteca, decoras la casa y más tarde vienen los niños para no aburrirte. -Hizo una pausa sacando otro cigarrillo de su cajetilla y encendiendolo con una cerilla.- Educarles, enviarles a la guardería, al colegio, al instituto y luchar porque vaya a la universidad porque es lo mejor...Si te sale quinqui le das unas ostias y aguantas los lloros de tu mujer solo porque te estarás follando a una secretaria. El objetivo es no pararse a pensar.

-Lo pones muy mal, no es así.

El camarero llegó con las bebidas.

-Estáis todos equivocados, -Dijo Ambrós observando su café humeante - esto no es vida, es una cadena de montaje. Nos montan pieza a pieza, nos encajan de una manera u otra, no hay salida porque aunque te salgas un poco de la línea, rápidamente te encauzas de nuevo porque la sociedad sólo acepta un camino: el suyo. O conmigo o contra mi, esa es la máxima. Estudiar para tener un buen trabajo, trabajar para ganar dinero y con ese dinero comprar la felicidad, a esto nos enseñan, a esto. Una mierda vaya, joder. Sólo quieren que no pensemos en nada.

-Y cuál es la salida, según tú.

Ambrós se reclinó en el asiento mirando al techo, suspiró y exhaló el humo observandolo con sus ojos verdosos, pensando.

-Una mierda. -Dijo sentandose correctamente, acercandose al otro dispuesto a revelarle el secreto.- Para la mayoría no hay salida porque la mayoría os conformáis con esto. Tenéis una vida y la adornáis con trofeos, mujeres, ropa, coches, ordenadores... y ya está. Sólo queréis una puñetera estabilidad para no daros cuenta de lo mierda que es todo y no os pongáis a llorar. Lo patético es que en el fondo intuís como son de verdad las cosas. No es algo malo, a mí me parece muy simple pero... joder es lo que hay. Para los que no nos conformamos, los que tenemos ambiciones más inalcanzables, más nobles se podría decir, aunque el puto termino tenga ese odioso significado pedante; para nosotros que aún creemos en sentir el amor, en encontrarnos a nosotros mismos, en la sabiduría y en comprender como son las cosas... sólo nos queda romper con la línea en algún momento y rezar para que no caigamos en la misma senda.

-¿y tú donde estas, cabrón? -Le preguntó non una sonrisilla de superioridad.
Ambrós sabía que todo lo hablado, como en la mayoría, no habría calado porque a nadie le gustaba la verdad, la jodida verdad. Miró la hora en el móvil y apuró su café.

-Yo tengo que ir a buscar a la cría al colegio.